martes, 17 de abril de 2012

Lo que nuestros ojos no ven


ladilla
Hay todo un mundo por descubrir que resulta invisible al ojo humano, es ese otro mundo que solo se ve a través de un microscopio. Impresionantes imágenes, con las que convivimos día a día. En este desconocido mundo microscópico tenemos desde protozoos, parásitos, bacterias, virus, pasando por algas, hongos o esporas. Millones de microorganismos que nos ayudan a vivir o nos pueden destruir.
Los que más nos pueden preocupar son los parásitos: éste animal infecta a otro para poder alimentarse, el infectado se le llama "huésped" , muchas veces el infectado no sufre complicaciones graves por culpa de la parasitación (por ejemplo, cuando te pica un mosquito), pero en otras ocasiones, puede tener consecuencias muy graves (infestación por Tenia). Otras bacterias, en cambio, son imprescindibles para nuestra supervivencia y reproducción.
Pestañas
Si nuestros ojos consiguieran ver con la potencia de un microscopio, nos daría un escalofrío al ver toda la "explosión" de vida que puede habitar tan solo en unos centímetros de nuestra piel. Podríamos ver millones de bacterias correteando sobre ella, unas impulsándose con hélices, otras rodando sobre sí mismas, otras colgándose de nuestra cara con largas y finas cintas, unas aferradas a nuestro vello, algunas saltando y las menos arrastrándose; pero todas viviendo un vertiginoso ciclo de la vida, reproduciéndose y alimentándose con avidez ya que llegan a vivir 10 minutos y se reproducen cada 30 segundos, una y otra vez, y así, el ciclo de la vida, vuelve a comenzar. 
Vamos con algunas cifras escalofriantes: Cien billones de bacterias, de más de 10.000 tipos diferentes; todas juntas pueden llegar a pesar hasta 2 kilos: Más de un millón de bacterias en nuestra frente, unos dos millones en nuestras mejillas, barbilla o nariz, mil doscientos por centímetro cuadrado en la pierna, ... cifras que marean. Pero también mueren millones por la simple acción del roce de la ropa con nuestra piel o los desprendimientos de escamas cutáneas por la continua renovación celular. 
Piojo adherido a un cabello humano
El uso contínuado de maquillaje en nuestra cara hace que estas bacterias proliferen, ya que unido a la capa de grasa que posee nuestra frente, hacen de barrera para que el oxígeno no pueda llegar a ellas y destruirlas.
El sudor de nuestro cuerpo, atrae a millones de bacterias ya que les proporciona sodio, zinc, potasio, vitamina C, glucosa...
Otras bacterias con las que convivimos, muy a nuestro pesar, son las de las axilas: su descomposición y desechos hacen que desprendan ese desagradable olor a amoniaco, y nosotros intentamos acabar con ellas con toxicos desodorantes y repelentes que mata toda célula viva de la zona, provocando resecamiento, descamación, y otras adversidades.
También hay beneficiosas bacterias que viven dentro de nuestro organismo y que sin ellas, sería imposible el ciclo de la digestión de los alimentos o el tránsito intestinal, a este proceso se le llama simbiosis ( beneficio por ambas partes). 
Los ácaros conviven con nosotros cada noche, al acostarnos, millones de ácaros que viven en nuestro colchón y sábanas se alimentan de las células que, naturalmente, se desprenden de nuestro cuerpo. En las pestañas también hay un universo paralelo donde un tipo de bacterias encuentran su hábitat ideal de humedad y alimento.
Además de bacterias, en nuestro organismo podemos encontrar un mundo que ha aprendido a convivir con nosotros sin perjudicarnos demasiado como hongos, insectos, diferentes tipos de ácaros o protozoos.
hongos
Lo interesante es que gracias a los avances tecnológicos, hemos podido descubrir y estudiar un mundo tan cercano pero a la vez tan desconocido como es ese otro mundo que nuestros ojos no ven.
http://www.futuramedica.org/galeria_principal.php?clave=10






Espermatozoide fecundando un óvulo

Polvo

No hay comentarios:

Publicar un comentario