miércoles, 11 de abril de 2012

Cirugía estética, moda o adicción


Hoy en día, todos nos enfrentamos a un reto imposible: detener el paso del tiempo. Aunque no seamos conscientes, todos, de una u otra forma prestamos atención a nuestra imagen, ya que una imagen cuidada y agradable repercute en nuestra vida tanto social como laboralmente.
Antes, sólo se preocupaban por lo estético los que se dedicaban al mundo de la televisión, al cine, modelos, etc. En la actualidad todo eso ha cambiado, dependientas, amas de casa, profesoras,... cualquier persona tiene a su alcance mejorar su imagen, ya sea, para curar complejos, conseguir aceptación de los demás o un mejor trabajo.
Una de las operaciones más demandadas es la de aumento de pecho y también es la que más riesgo conlleva, es común que haya dolor, deformidades o infecciones graves. La paciente se va a casa con unos senos espectaculares pero lo que olvida, es que no se van a mantener firmes toda la vida, ni que, en 10 años deberá volver a pasar por quirófano para sustituir esos implantes con el riesgo que esto conlleva. El retoque de nariz también es común y no suele ser como soñaba el paciente, por lo que es habitual que se hagan hasta 2 y 3 nuevos retoques hasta que tienen la nariz deseada.
La adicción a la cirugía estética va más allá de un simple retoque, intentan remodelar su cuerpo y convertirse en alguien que no se reconoce ante el espejo; esa amargura e insatisfacción interior, hace que una y otra vez ese deseo de cambiar por fuera para mejorar por dentro sea enfermizo.
Los famosos son la cara visible de esta adicción a la cirugía estética, pero cada vez es más patente a pie de calle.
Para todos ellos, lo normal es retocarse varias veces al año los pómulos, labios, o las arrugas de los ojos. 
Esta adicción existe y el primer paso para curarse es aceptar que la tienes, se trata de un problema de autoestima y complejo de inferioridad que no solucionan con la cirugía estética, sino que simplemente la esconden bajo una nueva imagen. 
Aquí van algunos ejemplos de lo que la cirugía estética puede "arreglar" o estropear una imagen:

Esther Cañadas, modelo 36 años
Priscilla Presley, actriz 67 años
Donatella Versace, diseñadora 57 años
Meg Ryan, actriz 51 años

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